- Saludos de Fin de Año - Adrián Drack

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A mis colegas Cooperadores

En esta época de balances y reflexiones, solemos poner todos los logros y fracasos personales en la balanza, y demás está aclararlo, han sido tiempos muy duros para concretar con éxito los proyectos.
Algunos pueden vanagloriarse de ellos, pero la gran mayoría de Argentinos, aún se encuentran postergados y con las metas incumplidas.
Por eso creo yo debemos incluír en el balance anual, no solo el aspecto económico, sino también las bendiciones que tenemos y a veces no no damos cuenta...

Los que tenemos hijos y los vemos crecer sanos y con las ilusiones vírgenes de desengaños.
Los que tienen padres y ven a pesar de todos sus problemas, que aunque la luz de la vida se debilite, no dejarán nunca de iluminar los recuerdos mas lindos... cuando ellos aún cuidaban de nosotros.
Los que tenemos una cama acolchada para dormir; un techo donde guarecernos por las noches, y un plato de comida cada día en nuestra mesa... es decir: los que aún podemos dar lucha.
Los que peleamos día a día por un mundo mejor, desde nuestros ideales y desde nuestro modesto puesto de batalla... y aquí me detengo un minuto.
Creo que a muchos de ustedes les habrá sucedido lo que a mi, cuando comencé cooperando con la escuela de mis hijos.
Uno comienza creyendo que puede simplemente pintar una puerta o cambiar una lamparita cada tanto, pero a medida que va conociendo los problemas, no puede hacer la vista gorda, y sigue comprometiéndose más y más, hasta llegar un punto en el cuál se está completmente convencido que el trabajo solidario, es una parte inevitable en quienes pretendemos un mundo mejor.
No lo hacemos por dinero, por poder ni por la gloria, simplemente por ver que esos chicos que visten sus guardapolvos tan blancos como sus propios sueños, tengan un futuro probable y al alcance de sus manos.
Confieso que las lágrimas me resultan ingobernables a la hora de emocionarme, pero no puedo dejar de hacerlo cuando un chico que no es el mío, viene con emoción y una mirada que atraviesa corazones, y me dice "gracias por el gimnasio" (simplemente un ejemplo pero real), sin darse cuenta que no soy yo quien lo ha hecho posible, sino él mismo con su sola presencia... pero por supuesto él no lo sabe, aunque lo induzca.
No hay nada mas triste en el mundo que ver un chico llorar de hambre, y reconocer en sus ojos un destino muy difícil de cambiar; eso me hace sentir la impotencia que nos dá la propia pequeñez. Por eso cuando logro esa sonrisa en uno, aunque sea tan solo en uno, creo que he ganado un poquito del derecho a sentirme feliz.
Por todo esto, estoy orgulloso de formar parte de los Cooperadores de las Escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, pues aunque silenciosa, constituímos una fuerza de trabajo invalorable, y con el más noble fin que puede existir... La grandeza de nuestros hijos.

Mañana brindaré por mi familia, pero también lo haré por todos ustedes, colegas Cooperadores, para que al sopesar en mi balance anual lo bueno y lo malo vivido, siga teniendo la Fé de que todo puede y va a mejorar.

Les deseo Paz, Salud, y Amor... Y la fuerza necesaria para seguir construyendo un mundo en donde estos valores no sean solo una expresión de deseo, sino una realidad cotidiana.

Con el cariño y el respeto de siempre

Adrián. E. Drack
Pte. Coop. Escuela Nº16 "Dr. Ricardo Rojas"
Deleg. Distrital D.E. 16


Modificado por última vez enViernes, 31 Diciembre 2004 13:57

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