Invertir en educación es invertir para el desarrollo abril 2001

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Escribe el lector

Invertir en educación es invertir para el desarrollo

"De los muchos aspectos acerca de los cuales se reflexiona sobre educación, la Cámara de Empresarios y Profesionales de Las Heras (CIPA), insiste sobre la calidad educativa y el rol que debe cumplir el Gobierno para que se cumpla sobre ese objetivo, especialmente en su obligación de proveer recursos para la educación.

"Sostiene que hay que actuar con responsabilidad, por cuanto, lamentablemente, el sistema se va hundiendo en la decadencia.

"Por ello, cuando se habla de calidad educativa, se debe pensar en la calidad como excelencia en todas las etapas de la educación de las personas: su formación integral para llegar a un nivel superior y lo que el medio le brinda para su desarrollo en plenitud.

"Este contenido educativo no se ha logrado. Por lo tanto, hoy más que nunca debemos educar para el desarrollo, porque esto contribuye a la paz social.

"Es valorable que el Gobierno opte por la inclusión en contra de la exclusión de los alumnos en el sistema educativo. Es encontrar la manera en la cual los más desfavorecidos, los más pobres, los marginales, sepan que sus hijos no están condenados, que hay una escuela, que no es una guardería o un depósito de personas, sino que es un lugar para redimirlos de la ignorancia, de la pobreza y también de la violencia.

"Pero también es evidente, que con un reducido presupuesto, la inclusión en contra de la exclusión, afronta dificultades que afectan al educador en su afán de lograr seres humanos en plenitud.

"El conflicto es claro. Por un lado se pretende una igualdad de oportunidades para todos y, por otro lado, el Gobierno provoca que en las escuelas se absorban desigualdades de una sociedad con serios problemas económicos y sociales, que pone los valores internos y externos en constante conflicto entre las aspiraciones de la educación y la realidad cotidiana y vivencial. Si es ilimitado el ingreso y la permanencia, el sistema no puede tener ninguna clase de calidad si no se proveen los medios necesarios para lograrla.

"Se debe resguardar la cuota de responsabilidad que les compete a los docentes en la delicada tarea de promover la creatividad y la innovación en este importante campo de la actividad social y del conocimiento. Se puede afirmar que viven, hoy, en permanente estado de desasosiego, y no se puede hacer nada en educación sin ellos, que se esmeran por brindar calidad, pero tropiezan con graves problemas. La violencia de la sociedad, se ha incorporado a los establecimientos educativos. Se manifiestan desde juegos violentos incontrolables hasta insultos a los docentes (a veces proferidos por los mismos padres), o, lamentablemente, heridas físicas y psíquicas producida entres pares.

"Es un tema de muy complicada solución, por los medios con que se cuenta.

"Por eso el Gobierno debe intervenir en educación, pero no intervenir en educación a través de una privatización encubierta, utilizando a los padres para cubrir las necesidades básicas de las escuelas, argumentando que es el producto de la comunidad educativa organizada. Y no es así. Generalmente trabaja por ese objetivo un reducido grupo de padres que tiene muy desarrollado el sentido de vocación de servicio y lo hacen con mucho esfuerzo, dedicación y restando horas a su descanso. Sería más justo si, en forma permanente y mensual, se aportara $1 por alumno y ese dinero se pusiera en función de las cooperadoras escolares. Basta una decisión política.

"No se puede imputar a los docentes por la falta de calidad educativa, agobiados económicamente con remuneraciones extremadamente bajas y realizando tareas en aulas que cobijan a excesivo números de alumnos por división lo que hace imposible la educación personalizada y el seguimiento individual de los educandos.

"Y, como agravante, se los incorpora a un sistema jubilatorio que, para acogerse al mismo, deben esperar hasta los 65 años de edad, es decir, un ser humano que llega, con el respeto que se merece, con un alto nivel de cansancio mental y físico, que de ninguna manera favorece o hace a la calidad educativa.

"El estancamiento educativo es tan evidente, reitera CIPA, que es necesario solucionar con responsabilidad, profundidad y resolución, por cuanto es un asunto íntimamente ligado al desarrollo económico de la provincia y del país. Se está dañando severamente la salud social de la Nación.

"Hay una coincidencia entre la crisis general del país y la crisis de este sistema.

"Si hablamos que para el blindaje se requieren condiciones especiales para funcionamiento, no debe omitirse incluir una reforma educativa integral. Es esencial para sacarla del estado de agotamiento que, de no ser superada, no le dará más a la República una población con una base cultural suficiente como para atender todo su funcionamiento.

"Hay que lograr grados crecientes de educación, de lo contrario la vida en sociedad no será fácil, será imposible. El mundo entero aproxima cada vez más las tecnologías más sofisticadas a la vida cotidiana. Su manipulación no queda para los especialistas, todos necesitamos rudimentos de conocimientos que sólo la educación puede darnos.

"Por lo tanto se deben extremar recursos para que alcance el nivel que corresponde. Debe cumplir con su misión cultural, su misión científica, su misión social o política, dándole a la provincia y al país lo que realmente necesita para resolver sus problemas.

"Unos 90.000 adolescentes de entre 12 y 19 años no estudian ni trabajan dice el informe periodístico, y están prácticamente excluidos de la sociedad, fácil presa del alcohol y de la droga. Por lo tanto invertir en educación es invertir para el desarrollo".

Leonardo A. Ruppi
Presidente CIPA
L.E. 6.870.766