La infraestructura escolar está en crisis y sin futuro

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La problemática de la educación en los colegios públicos no se remite sólo a las medidas de fuerza de los docentes, sino que existen variados inconvenientes edilicios debido a la falta de mantenimiento lo cual perjudica la calidad educativa. Referentes locales relataron su experiencia y a pesar de las promesas provinciales, nada se cumple.    Las necesidades en las escuelas son urgentes, pero las autoridades a pesar de las promesas, no brindan soluciones.La infraestructura escolar de los establecimientos públicos zara-teños está en crisis y sólo el aporte de la comunidad en muchos casos, ayuda a que sigan funcionado.


n1_13828-1Las promesas en este sentido han sido diversas y han partido desde prácticamente todos los funcionarios que pasaron por la ciudad de La Plata.
Sin embargo, las soluciones nunca han llegado y el debate parece concentrarse sólo en lo que reportan las huelgas docentes y los días “efectivos” de clases que reciban los alumnos.
María Primavera, titular de la Federación de Educadores Bonaerense (FEB) de Zárate, sabe que más allá de las huelgas, “hay un gran déficit de infraestructura” que queda soslayado.
Cuando se le consulta acerca de cuántas escuelas públicas de nues-tro medio están en condiciones para dar clases se anima a decir que “ninguna de ellas”.


Cuando no falta gas, falta agua, y cuando ambas existen, los baños se tapan y eso genera la suspensión de clases, tal como ocurrió recientemente en el Colegio Nacional.“Los funcionarios se ponen metas en relación a cuántos días de clases deben tener los chicos” dice Primavera y añade que “nadie parece preguntarse cuál es la calidad educativa que efectivamente recibirán”.Para la titular de la FEB local, “sólo el aporte de los padres que manejan algunas cooperadoras escolares, permite que algunas escuelas sigan funcionando me-dianamente bien”.


En el caso de islas el panorama es aún más desolador, José Orozco, director de la Escuela Nro. 25 “Macacha Güemes”, ya no sabe a quien pedirle recursos, y la solidaridad de las empresas e instituciones a través de donaciones o campañas, le permiten sobrevivir.


La falta de seguridad debido a la falta de un casero que se ocupe de cuidar los escasos bienes que allí se encuentran hacen que la escuela permanezca “abandonada” desde diciembre a marzo. Allí nadie se ocupa de pintar, cortar el pasto, arreglar una ventana o mejorar el camino castigado por las mareas. Ni hablar de innovaciones tecnológicas para los chicos que allí concurren.


En el año 2007 el Gobierno bonaerense anunció una serie de obras de infraestructura escolar, hospitalaria y de desarrollo humano que realizaría durante los próximos cuatro años con un préstamo otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de u$s230 millones, y aportes de la provincia por otros cien millones más.


Ese programa incluía un “programa de conectividad” que permitiría precisamente “conectar a la red informática 1.000 escuelas de toda la provincia.


Los funcionarios de entonces aseguraron que “las dotaremos con PC de primera línea y con capacitación a los docentes para que les enseñen a sus alumnos a trabajar con los ordenadores que contarán con contenidos de 27 textos que pondremos a su alcance". Sin embargo nada de esto ocurrió.


Más allá de las decisiones de políticas educativas, la necesidad de destinar recursos y las diferencias de inversión provincial terminan resultando condicionantes de todas las innovaciones pedagógicas.


En ese sentido, algunos legisladores ya están pensando en dar forma a una nueva Ley de Financiamiento Educativo -que debería sancionarse en 2010 cuando la actual termine su vigencia- que permita soluciones de fondo para la discusión salarial docente, para evitar los conflictos permanentes y dotar de infraestructura digna a los establecimientos.

Fuente: www.eldebate.com.ar