Faltan controles en las promociones de alimentos a escuelas

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Por Adriana M. Riva

Se reiteran las quejas de los padres

Ante las reiteradas quejas y muestras de preocupación por parte de padres que informaron que a sus hijos se les entregó mercadería dentro de las escuelas a las que concurren sin su previo conocimiento ni consentimiento, la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires reclamó al gobierno porteño la regulación y un mayor control de las promociones de empresas en escuelas porteñas.

"Resulta preocupante que se utilicen los establecimientos educativos para auscultar gustos de una población cautiva como es la escolar. Muchos padres nos llaman preocupados para cuestionar las promociones, porque creen que sus hijos están siendo utilizados como conejillos de Indias", indicó a LA NACION el defensor adjunto del pueblo Gustavo Lesbegueris.

Lo cierto es que existen normas que prohíben todo tipo de promociones en escuelas: la ordenanza 45.718, de 1992, prohíbe "toda instalación, construcción u operación con fines comerciales, en los inmuebles donde estén asentados los establecimientos educacionales de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires". Y la disposición 145, de 1995, precisa la prohibición de la ordenanza mencionada al establecer que ésta "alcanza la realización de promociones o publicidades" en el ámbito escolar.

Según Eduardo Aragundi, a cargo de la Dirección General de Educación, que depende del Ministerio de Educación porteño, la presencia de cualquier alimento que esté fuera de los pliegos de bases y condiciones de la dirección de cooperadoras y comedores escolares "queda bajo la responsabilidad de las autoridades de cada escuela". Y si bien el funcionario sostuvo que desde ese ministerio "existe una preocupación conceptual sobre las promociones, sobre todo cuando se trata de productos alimenticios", indicó que no han tenido muchos casos en el interior de los establecimientos educativos. Fuera de ellos, sea en la esquina o en la puerta de las escuelas, la responsabilidad es de los padres, según indicó Aragundi.

Desde la Defensoría del Pueblo se informó que, si bien en lo que va de 2006 sólo se efectuaron dos denuncias por promociones de productos alimenticios en mal estado, se registraron unas 50 consultas de padres que dicen que sus hijos recibieron promociones en las escuelas.

Según varios padres consultados por LA NACION, yogures, chocolates y jugos son algunos de los tantos productos que, en forma de promociones, distintas empresas regalaron en los últimos meses a los chicos de la Escuela N° 12 del Distrito Escolar N° 10, situada en Cramer 3271, en el barrio de Belgrano.

La última promoción de yogures, en julio último, tuvo que ser decomisada por pérdida de la cadena de frío. "Los yogures estuvieron desde las 9 hasta las 12, debajo de un escritorio, sin refrigeración alguna, en la antesala de la dirección de la escuela", dijo a LA NACION César De Carli, el padre que alertó a la Defensoría sobre la mercadería que había ingresado al establecimiento.

Marcela Tedesco, madre de otra alumna, señaló que las promociones son una metodología habitual y permitida dentro de la escuela. "Los productos se entregan indiscriminadamente a todos los chicos... ¿Y si alguno es alérgico al chocolate, o diabético, o celíaco? Nadie salvaguarda la salud de nuestros hijos", expreso Tedesco.

Lo cierto es que más de una escuela parece desconocer la normativa vigente. Para Lesbegueris, la norma quedó en desuso: "No hay un control efectivo sobre la prohibición. ¿Qué chico nunca recibió un regalito en la escuela?".

De la Redacción de LA NACION
Fuente: www.lanacion.com.ar