La mayoría de las escuelas porteñas no está lista para iniciar el ciclo lectivo

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En medio del conflicto docente, por el que parte de los establecimientos de la ciudad no comenzará hoy las clases, vuelve a surgir un problema: sólo en algunos podrán verse las obras del plan de refacción que puso en marcha el gobierno de Macri

Mientras todas las miradas apuntan a las negociaciones en las paritarias docentes, en medio del conflicto por el que sólo algunas escuelas porteñas comenzarán las clases hoy, la gris faceta del crónico problema de infraestructura en los establecimientos saldrá a la superficie con el comienzo de clases.

¿Será el ciclo lectivo 2009 otro año recordado por cielorrasos y mamposterías que se caen a pedazos? ¿Volverán a protestar algunos adolescentes de los 700.000 estudiantes del nivel inicial, primario, medio y superior, que se cansaron de ser testigos de baños inundados, goteras y problemas de espacio en las aulas?

Según el Plan de Infraestructura , de inversión en obras y mantenimiento preventivo y programado de escuelas, el gobierno porteño invirtió más de 33 millones de pesos para poner a punto a 21 escuelas; y según la página oficial del Ministerio de Educación de la Ciudad, entre enero de 2008 y el 31 de enero de 2009 se finalizaron 504 obras y se están ejecutando 177 más. Un spot publicitario, en esa misma página, dice que de los 709 edificios escolares, se encontraron "más de 500 con graves problemas edilicios" y que se realizaron 1200 "acciones de mantenimiento" y que en 86 escuelas "se resolvieron problemas de gas". Además, según informó la subsecretaría de Gestión Económica Financiera y Administración de Recursos del ministerio de Educación, se finalizaron en el "Plan Verano-2009", 82 obras y se iniciaron otras 71.

Al fragor de las protestas de estudiantes adolescentes que cortaban las esquinas de sus escuelas, en muchos casos apoyados por sus padres, fue el propio Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, quien había dicho que en 2009 "los problemas edilicios y de infraestructura en las escuelas serán un triste recuerdo del pasado". Todavía se recuerdan los reclamos de alumnos del colegio Normal N° 8 de San Cristóbal, que en mayo último protestaron en la calle abrigados con frazadas, por la falta de gas. El detalle del informe oficial de las "obras en ejecución" indica que por un monto de 989 mil pesos, en ese colegio los chicos no pasarán frío para el próximo invierno. ¿Será así?

Sin respuesta oficial. Desde hace tres semanas  lanacion.com se comunica con el Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires para hacer una recorrida por establecimientos educativos junto con el ministro de educación, Norberto Narodoswki, u otro responsable de las obras en escuelas que están siendo reformadas bajo el denominado "Plan de Infraestructura Escolar", contemplada en la Ley N° 2565. Los llamados y mails fueron infructuosos y cuando las cámaras del equipo multimedia llegaron a distintas escuelas de la ciudad, una circular oficial -según aseguró el diputado Christian Asinelli (FPV), quién sí pudo entrar a los establecimientos, luego desmentido por voceros del ministerio de Educación porteño - prohibió a directores y docentes hacer declaraciones a la prensa, como por ejemplo en la escuela municipal politécnica Manuel Belgrano, en Bolívar 346, y en la Escuela Infantil Nº 02 D.E. 3 "Mané Bernardo", de Chile 1626.

Sin embargo, otras voces explicaron como se intenta mejorar la infraestructura en las escuelas desde el gobierno de Macri. Según diputados opositores, padres y docentes que accedieron a hablar con lanacion.com, las obras y reformas en las escuelas resultaron sólo "parches" más que soluciones concretas de fondo.

Para la diputada Verónica Gómez, del Partido Socialista, integrante de la comisión de Educación y Ciencia de la Legislatura porteña, el principal error del gobierno fue no haber ejecutado el presupuesto para la emergencia educativa aprobado por la Legislatura. Lo dice en el medio del patio interno (arriba, un tinglado, a los costados bancos y sillas destartaladas) de la Escuela primaria N° 6 Felipe Buero ?Eva Perón 7431-, en Mataderos, con aulas pequeñas para 18 alumnos, pero que se llenan con más de 25 chicos.

"Para este año se aprobó un presupuesto de 300 millones de pesos para educación; para 2008 habían sido 388 millones, o sea que se recortó el presupuesto. Esa plata no se ejecutó como debía haberse ejecutado. Para peor, hubo otros recortes de casi 100 millones, que fueron destinados no a solucionar problemas de las escuelas, sino a otras áreas del gobierno. Esto hace que lo que la Legislatura aprueba en el presupuesto termine siendo un dibujo, en lugar de llegar en soluciones concretas. Comprar caloventores no es hacer una obra. Esta escuela también se inunda, todo lo que se ha hecho hasta ahora fueron parches", señaló Gómez.

El panorama gris serpentea por muchas escuelas y colegios. Sentada con sus compañeras en las escalinatas del Colegio Nacional de Buenos Aires -depende de la UBA, financiada con fondos nacionales- está Mabel, de 16 años, estudiante de esa histórica institución educativa: "El colegio se está cayendo a pedazos, todos lo pueden ver. El presupuesto que nos da la UBA lo usan para pagar el alquiler de los andamios, en vez de refaccionar la fachada. Los patios se están cayendo, hay uno que está clausurado por peligro de derrumbe. Sin embargo, tengo amigos en el Lenguas Vivas, que me dijeron que mejoraron un montón, que pusieron calefacción y que hay baños nuevos", cuenta la estudiante.

Horacio, 15 años, está en el hall y llegó para anotarse, dice que está todo como en diciembre, que no hay grandes cambios: "La mayoría de las cosas están podridas, hay mucha humedad, no podemos salir al patio porque tenemos miedo de que se nos caiga un pedazo de techo en la cabeza. Cambiaron el piso de las aulas y quedó horrible. Con las tomas de la institución del año pasado los alumnos destruyeron al colegio más de lo que estaba".

Parado en la esquina de Perú e Independencia, con el fondo de la esquelética escuela Infantil Hipólito Vieytes D.E. N° 4, el diputado del Frente para la Victoria, Christian Asinelli, Presidente de la Comisión de Hacienda e Infraestructura de la Legislatura, mantiene la sintonía de críticas. "Esta es una escuela que el gobierno porteño dijo que iba a tener terminada para el inicio del ciclo lectivo. En su página web, el gobierno informa que estará lista, pero como vemos, está en pleno proceso. No digo que no hayan hecho nada, pero de lo que habían propuesto sólo pudieron cumplir con un 30%. Macri contó con una ley de emergencia educativa que le permitía subir los montos de contratación directa a 600.000 pesos y las licitaciones privadas hasta dos millones de pesos, y eso le daba un presupuesto de 149 millones de pesos, para que durante 2008 solucione los problemas urgentes como filtraciones o falta de gas. Le dimos una herramienta para tener una solución de fondo, como nunca la tuvo ningún gobierno, y no la usó y la desperdició durante todo un año en el cual solamente inició y finalizó obras en 89 escuelas y hay otras 200 que no se empezaron o no se pudieron terminar. Cuando pidió la ley dijo que en tres meses iba a terminar las obras para que los chicos puedan empezar las clases de una manera eficiente y la verdad es la realidad: no cumplió".

Video: críticas a las obras en las escuelas


El sur, olvidado. La reelecta Defensora del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, Alicia Pierini, describió un panorama de los problemas edilicios en las escuelas.

"En términos generales, los problemas de infraestuctura son de distintas categorías: están las llamadas sarmientinas, viejas escuelas tradicionales, que tienen los problemas de mantenimiento y también de modernización. Por ejemplo, nunca tuvieron conexiones de gas y no pueden cumplir con todos los requisitos que pide Metrogas. Hoy, la lógica y los chicos exigen calefacción, pero es difícil y costoso, por su estructura. La segunda categoría de escuela son las de construcción americana, que son más chatas, con ventanas grandes, que no tienen mayores problemas pero tienen la necesidad de ampliar las salas, porque hay más demanda para nivel inicial y maternal y porque ha cambiado la cultura educativa y no hay suficiente cantidad de edificios. En zona sur se necesitan más secundarios".

"Aquí hubo una subejecución muy grande -señaló Enrique Olivera, diputado porteño de la Coalición Cívica- mucho más en zona sur que en zona norte, cuando la zona sur es la que más necesita inversión e infraestructura. Sin embargo, hay que reconocer que se ha ido atenuando a lo largo del año pasado. El problema principal de Macri, aparte de este problema, es la alta conflictividad que ha mantenido con distintos sectores educativos: con los gremios docentes , con casi dos semanas menos de clases el año pasado; con los propios alumnos y el tema de las becas y también con las cooperadoras escolares. Son tres errores importantes", indicó Olivera.

Enclavada en el barrio Ramón Carrillo, en Villa Soldati, la Escuela 19 "Jose Martí", D.E. 19, recibirá a más de 1000 chicos del barrio y de Villa Piletones, Lugano, Villa Fátima y, Villa Cartón y Villa 1-11-14, como si fuera un gran obrador. Mientras algunos chicos rinden sus materias, parados, sin pupitres, en aulas llenas de polvillo, la docente Virginia Bicco, le cuenta a lanacion.com las sensaciones que comparte con sus compañeras de trabajo.

"Consideramos que no podemos empezar en estas condiciones las clases, las aulas están en construcción, hay pozos en el patio donde trabajan los obreros. Vemos cables, las aulas no tienen puertas, no tienen ventanas, los techos con agujeros, el tanque de agua está con dos motores eléctricos al aire libre, aquí vienen 500 chicos por turno. Sin saber mucho de construcción nos damos cuenta de no podemos comenzar a dar clases de esta forma. Hay escuelas en zona norte que tienen 20 chicos y aquí en zona sur tenemos aulas con 38 chicos, hay una decisión política de qué se hace en el norte y qué se hace en el sur".

En la misma escuela, desde el primer piso se pueden ver las construcciones precarias del barrio y la extensión de la villa Fátima, que crece hasta debajo de la autopista 7. En lo que era la sala de maestros, un balde negro recibe una gotera que golpea cada siete segundos. A un costado está la maestra de sexto grado Marcela Lombardía, con 12 años de experiencia en la escuela. Está desde que los docentes llegaban caminando al colegio: En la actualidad tienen que llegar en combis provistas por el gobierno de la Ciudad para ingresar a ese territorio, porque la inseguridad, de la mano del paco, hizo, por ejemplo, que los que alguna vez fueron alumnos asaltaran a sus maestras.

"Siempre estuvimos ´en construcción´, está muy deteriorado. Los colegas que trabajan en las escuelas de zona norte no pueden creer lo que pasa acá, dábamos clases en contenedores. Aquí se titulariza porque son cargos que nadie quiere, por la zona y por las condiciones en las que se enseña. Nosotros apuntamos a dar una enseñanza de calidad para los chicos, pero lamentablemente, son más las trabas que nos ponen para poder hacerlo. En lugar de enseñar tenemos que estar cuidando que no se nos caiga una viga en la cabeza".

Liliana Pacheco, madre de tres alumnos, camina por los pasillos de la escuela. Fue a buscar los boletines de sus hijos y aprovechó para husmear cómo siguen las obras. Cuenta lo que le gritó a la nueva directora: "Yo no los pienso mandar a mis hijos ¿cómo van a empezar los chicos en estas condiciones?"

Una pregunta sin respuestas a la vista.

Fuente: www.lanacion.com.ar
Por Gustavo Barco
De la Redacción de lanacion.com
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