La participación e integración de los padres.

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A propósito de quienes saludan y "se enorgullecen de estar 18/ 20 o más años en la Cooperadora "  queremos recordar una Editorial que publicamos en www.cooperadoras.com.ar hace ya varios años.

No porque estemos en contra de la transmisión de experiencias sino porque en tantísimos casos una permanencia prolongada , especialmente si es en cargos Directivos o en representación de un Distrito Escolar , lo que hace es trabar la integración de nuevos miembros.
Desde aquí cuestionamos la eternización y la "reelección" permanente, (en cualquier cargo o función, y más si no hay elecciones)  en forma especial de quienes ya no tienen hijos en el sistema educativo.

Hay muchas maneras de continuar vinculado al Movimiento de Cooperadores, incluso participando en alguna Comisión, pero cuidándonos de dejar el espacio a nuevos miembros, a padres que - teniendo sus hijos en la escuela o el sistema- comprenden más claramente la realidad del momento.

En nuestras cooperadoras uno de los problemas fundamentales es la escasa participación. Y para revertirla hemos intentado muchas cosas.
Los factores externos e internos.
Sabido es que esa poca participación responde a una multiplicidad de factores. Algunos son externos y sobre los cuales poco podemos hacer: dificultades económicas, horarios etc.
Otros tienen que ver con la manera que pensamos en la incorporación de nuevos padres.
Nuestra primera vez
El ingreso por primera vez a un grupo ya conformado genera en el recién llegado una situación muchas veces "estresante". No conoce a los otros miembros, no sabe cuales son los liderazgos, y en general tampoco los códigos que se expresan.
Quienes recordemos el momento en que integramos por primera vez una CD sabemos lo dificultoso que nos resultó hacerlo. Desconocíamos los temas tratados, la historia de la gestión, cuestiones reglamentarias que otros dan por descontadas etc.
Recordemos las veces que intentamos nosotros o intentaron "los nuevos" cuando éramos nosotros los que "teníamos experiencia" plantear, por ejemplo:¿Y si hacemos una peña? . No, les contestábamos, la del anteaño nos costó un esfuerzo muy grande y recaudamos poca plata. ¿Y si recaudan los maestros? Y no... porque se niegan por la responsabilidad de tener encima el dinero. ¿ Y si pedimos una donación al municipio? Nosotros ya lo hicimos y no conseguimos o sí conseguimos...
Y así infinidad de veces.
O estamos hablando de cambiar las cañerías dando por sentado que es tema resuelto, que se había decidido el año anterior, pero los miembros nuevos no saben siquiera que ya es imposible encarar pequeñas reparaciones.

Este desconocimiento hace que los nuevos miembros limiten su participación activa, e incluso se "frustren" si no tienen una fuerte convicción, vocación o personalidad y constancia.
A la vez los miembros más antiguos en su afán por resolver todo pronto, limitan esa participación y generan sobre ellos mismos una recarga de trabajo que luego se transforma en desánimo.

No es casual entonces que muchas veces la renovación de la Cooperadora no se realice por fracciones tal como lo establecen los Estatutos de todas las jurisdicciones con el objeto de darle continuidad al Proyecto, sino en bloque. El grupo "fuerte" conocedor de la escuela y las actividades, finalmente por desgaste, de pronto deja todo, larga todo.Y a empezar de nuevo.
La  cooperadora nueva"
Hemos recibido muchas cartas en www.cooperadoras.com.ar que nos dicen: "somos una cooperadora nueva, desconocemos esto y lo otro " y nos quedamos pensando que en realidad la cooperadora-institución no es nueva.
Que seguramente la escuela tiene Asociación y Comisión Directiva desde hace mucho. Lo que seguramente sucedió fue que la renovación se dio en forma total. Y entonces se pierde mucha experiencia, mucha historia, mucho conocimiento. En síntesis, la incorporación de los nuevos miembros debe ser una tarea pensada, consciente, paulatina, pero sin duda no puede quedar dependiendo del azar, la personalidad o la casualidad.
Los objetivos:
Pero no solamente se debe pensar en el aspecto humano, que siendo fundamental no es el único.
La fijación de objetivos específicos de la Comisión Directiva, para determinado período de tiempo, permitirá que el proceso de integración y participación pueda ser paulatino y en ese tiempo cada nuevo integrante, sabrá entonces, qué se espera de él.
Sin duda, conocer previamente, o participar en la elaboración de esos objetivos puntuales, es lo que nos va a impulsar a dar los pasos para participar si estamos de acuerdo o, incluso si no lo estamos.

Rubén Ostrower
Cooperador escolar de la Ciudad de Bs. As.
Director de www.cooperadoras.com.ar