Amsafé considera "riesgoso" el estado de los edificios en Rosario

Ocho de cada diez escuelas no tienen mantenimiento adecuado
Los problemas más frecuentes son la presencia de humedad, filtraciones, rajaduras y goteras

"Las escuelas se han convertido en verdaderos lugares de riesgo para la salud psicofísica de quienes las transitamos día a día". Taxativa, esta es una de las conclusiones a las que arriba el informe final del relevamiento que realizó el gremio docente (Amsafé) sobre la situación de los edificios escolares del departamento Rosario. Allí se denuncia que el 83 por ciento de los colegios no tuvo suficiente mantenimiento durante los últimos cinco años. Y en el mismo lapso, en siete de cada diez establecimientos se produjeron accidentes producto de las malas condiciones edilicias. Los problemas más frecuentes son la presencia de humedad (80%), filtraciones y rajaduras (77%), goteras (68%), hundimiento de techos (24%), y hasta derrumbes (14%) y paredes electrificadas (13%). Situaciones con las cuales no sólo conviven a diario quienes trabajan en estas escuelas, sino los miles de alumnos que deben aprender en ellas.

La investigación realizada por el gremio comenzó a principio del año escolar y sus resultados finales se divulgaron ayer. Los datos se procesaron en base a una muestra de 113 establecimientos (lo que representa el 30 por ciento de los edificios escolares del departamento Rosario) a los que concurren 51.230 alumnos de distintas zonas, niveles y modalidades educativas.

Allí, en 7 de cada 10 colegios se calificó de regular a deficiente el estado de los sanitarios, la pintura y los techos. En otro alto porcentaje, las malas notas se las llevaron también las puertas (65%), el mobiliario (63%), las instalaciones eléctricas (57%), paredes, patios y ventanas (53%).

Para el secretario de Asuntos Sociales del gremio, Daniel Couselo, el deterioro que presentan las escuelas no es casual, sino que se relaciona directamente "con el abandono que hace el Estado del mantenimiento de los edificios escolares" que queda en manos de las asociaciones cooperadoras.

Esto salta claramente en la encuesta. Sólo en el 14 por ciento de los colegios se consideraron "suficientes" los trabajos encarados en los últimos cinco años para conservar los edificios. Y sólo en el 7 por ciento de los casos estas tareas estuvieron a cargo del Ministerio de Educación de la provincia.

Consecuentemente, en la mayoría de los colegios (73,50%) se vivieron accidentes relacionados con las malas condiciones edilicias. Y si bien algunas situaciones no pasaron a mayores como las caídas producidas por poner el pie donde faltaba la rejilla de un desagüe, también desataron tragedias como la sucedida a un docente a quien se le desplomó en la cabeza parte de la mampostería del techo.

Con todo, no se puede decir que todas las escuelas tengan los mismos problemas. "Los establecimientos donde asisten chicos de menores recursos son las que peor la pasan -señala Couselo- ya que sus cooperadoras nunca consiguen los fondos suficientes para hacer las reparaciones necesarias. Así, la educación se vuelve totalmente clasista". Algo que contradice el derecho de recibir igual educación.

Pero no es el único principio desmentido por la realidad. Mientras se realizan campañas masivas de estímulo a la lectura, la mitad de los colegios no tiene biblioteca. Y si bien se promueve la utilización de nuevas tecnologías, el 53 por ciento de las escuelas carece de sala de computación, y el 75 por ciento tampoco cuenta con sala de video.

Fuente: La Capital