Rosario: Las escuelas llevan tres meses sin recibir fondos de funcionamiento

En algunos establecimientos los maestros hacen una colecta para comprar cosas básicas como tizas o cloro.

Desde hace tres meses, las escuelas públicas no reciben un solo peso para cubrir los gastos propios de funcionamiento. Los últimos fondos que depositó el Ministerio de Educación de la provincia correspondieron al mes de junio y se pagaron recién a principios de agosto. Después, en los establecimientos no hubo más noticias sobre el dinero que se emplea para comprar tizas, artículos de limpieza o pagar fotocopias. Elementos que, en muchos colegios, se pagan ahora con vaquitas que arman los maestros.

El gasto de funcionamiento es una partida que, mensualmente, Educación gira a las escuelas para comprar productos de limpieza, artículos didácticos, como tizas, y elementos de librería o realizar pequeñas reparaciones edilicias. Los fondos se calculan en función de los alumnos que asisten al establecimiento, a razón de unos 50 centavos por chico, por lo que escuelas con 1.200 estudiantes reciben unos 580 pesos por mes.

"Es el único dinero con que cuenta la dirección para los gastos de la escuela, pero no está llegando", se quejó Fernando Montagna, tesorero de la cooperadora de la Escuela Nº 83 Juan Arzeno (Ovidio Lagos al 1000).

Como Montagna, cooperadores y directores de distintos colegios hicieron ya reclamos en la delegación local del ministerio pero no encontraron respuestas. "Nos dicen que tenemos que esperar. Es una vergüenza", se quejaron.

Según explicaron desde varias escuelas, hasta abril, los gastos de funcionamiento se pagaban a mes vencido. "Después comenzaron a hacerlo cada dos meses. Hasta que, en agosto, recién pagaron junio y después no volvimos a recibir más este dinero", advirtieron.

A la escuela República de Bolivia (La Paz 3050) concurren unos 1.200 chicos. El colegio recibe, por mes 585 pesos para cubrir sus gastos cotidianos. Como en el resto de las escuelas, la última vez que llegó este dinero fue en agosto cuando se acreditó el dinero de junio. "El viernes consultamos por el pago de julio y ni siquiera nos supieron decir cuándo se haría la transferencia", recordó, desde la cooperadora del establecimiento, Esteban Hernández.

Ni para los lápices
En la escuela de La Paz al 3000, la falta de esos fondos no se nota tanto. "Compramos las cosas con el dinero de la cooperadora, pero los establecimientos que no cuentan con asociaciones de padres creo que no pueden comprar ni cloro", señaló Hernández.

Algo de esto sucede en la escuela José Ortolani, de Génova y Cullen. Hace tiempo que no pueden comprar tizas; las maestras las llevan desde sus casas, lo mismo que las biromes o los lápices de colores. Al establecimiento, ubicado en pleno Empalme Graneros, concurren 830 chicos.

"Los docentes hacemos una vaquita para comprar elementos de limpieza, lo más mínimo: cloro y detergente para los baños porque no da para todo. Y las directoras tienen que pagar las fotocopias de su bolsillo", indicó un grupo de maestras del establecimiento.

"Para nosotros ese dinero es imprescindible", apuntaron las docentes. Sin embargo, la plata no llega. 

Fuente: www.lacapital.com.ar