Los directores de escuela querrí­an educar, no administrar obras

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La titular de un establecimiento dice que el Gobierno envía fondos, pero que la burocracia limita. "Se puede comprar madera para hacer un pizarrón, pero no el pizarrón hecho". Desde 2006 el Gobierno provincial decidió ocuparse del aprestamiento de los edificios escolares para que estén en condiciones antes de que comiencen las clases. Por primera vez se destinaron fondos para todas las escuelas, pero
junto con ellos se le aumentaron tareas al director.

"¿Qué sabemos nosotros de albañilería, de arquitectura y de presupuestos?", se pregunta una directora de escuela. "Hay dos organismos que se ocupan de la infraestructura: la Dirección de Materiales y Construcciones Escolares y el Departamento de Infraestructura del Ministerio de Educación. ¿Por qué hacerse cargo de algo para lo que uno no está preparado?", añade. A comienzos de año, la Provincia entregó entre $ 4.000 y $ 18.000 para la puesta a punto de los establecimientos. Sin embargo, en muchas escuelas no se colocaron vidrios en las ventanas, y fue por eso que los chicos tiritaron de frío durante la última ola polar que azotó la provincia. En algunos establecimientos se usó el dinero para arreglos esenciales como los de baños y techos, y no alcanzó para reponer los vidrios.

Plan sistemático
"Las instituciones oficiales dedicadas a la infraestructura deberían ocuparse durante todo el año con un plan sistemático y estratégico", dijo la directora de la Escuela Nº 81 "Padre de la Patria", Susana Cristina Díaz. Añadió que ser podría usar los fondos que se gastan mal en las urgencias. "¿Qué pasaría si algún techo de los que hacemos arreglar los directores o alguna pared se derrumbara y dañara a algún alumno? A tientas decidimos sobre reparaciones y contratamos operarios o empresas en un acto de buena fe. Si somos burlados o estafados, no nos enteramos hasta que es tarde para el reclamo", advirtió Díaz. Como solución, la docente propuso que la Provincia permita estudiantes universitarios de distintas especialidades asesoren a -por lo menos- los directores de las 550 escuelas rurales de la provincia.

Los cálculos
La docente se expresó en contra de los cálculos que se realizan para determinar los montos de los insumos. "Se entregan en función de la matrícula y no tomando en cuenta las necesidades de cada institución. Por ejemplo, si un establecimiento tiene hasta 100 alumnos, recibe $ 5.000. Pero en las zonas rurales el trabajo se encarece por las distancias y por la falta de transporte público, que provoca que los operarios tengan que quedarse en las escuelas o que vayan irregularmente. Esta realidad es completamente ignorada", añadió. "Con las compras de insumos también pasa lo mismo: se puede comprar madera para hacer un pizarrón, pero no el pizarrón hecho; los bienes muebles están prohibidos como también los utensilios para el comedor escolar. Por eso es imposible imaginar qué pasa por la cabeza de los asesores cuando piensan en las necesidades materiales de las escuelas", dijo.
Agregó que este año se les ha encargado también hacer las retenciones para Rentas por importes mayores a $ 100. "¿Por qué no se hace cargo la Oficina de Aprestamiento e Insumos?", propuso.

Por su parte, Aldo Bulacio, secretario adjunto de APEM, dijo que el aprestamiento escolar no es tarea de los directores. "Además, el dinero que se otorga no alcanza a cubrir las necesidades. El Colegio Nacional, cuyo edificio está en pésimas condiciones, no puede resolver sus problemas de emergencia con 18.000 pesos. Antes, las cooperadoras ayudaban al mantenimiento, pero hoy, cuando se les tiene prohibido cobrarles a los padres, no pueden hacerlo. Todo ha recaído en la directora", afirmó.

Fuente: www.lagaceta.com