Demoras de meses para arreglar escuelas

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cole1_1Goteras, rotura de techos y ventanas, inodoros sin tapas, pintadas, mal funcionamiento de calefactores y ventiladores, sistemas eléctricos y de cañería colapsados y, por sobre todo, falta de aulas para ubicar cursos numerosos son algunos de los problemas que tienen las escuelas públicas de Córdoba (ver Galería de fotos).

En este contexto, los tiempos de la administración pública no colaboran demasiado, ya que el Ministerio de Educación y el de Infraestructura –encargados en coordinación de solucionar estos inconvenientes– tienen demoras de meses.

El resultado es conocido: los edificios se deterioran y las cooperadoras escolares deben correr con gastos que en la mayoría de los casos los exceden. Para los directores, una “caja chica” simplificaría el problema y solucionaría urgencias.

No obstante, según Educación, los colegios ya tienen una “caja chica” para urgencias, pero no se les otorga si el mes anterior no rindieron cuentas.

Los principales problemas. “Todos los años se tapan las cañerías y colapsan los baños. El sistema es viejo, los chicos arrojan elementos y los arreglos son provisorios”, se quejó Marta Bachetta, vicedirectora del Ipem 167 Manuel Estrada, de Villa Revol. El edificio del colegio está cediendo, se ven las grietas y pese a reiterados avisos, la Provincia aún no llegó.

En el Ipem 42 Marcela Courdert, de barrio Las Palmas, en los baños faltan espejos y tapas en los inodoros. “Los chicos rompen y el tránsito desgasta. La cooperadora arregla todo juntando peso por peso”, explicó la directora Margarita Saffouret.

En el Ipem 167, hay goteras en todas las plantas, lo que ya produjo la caída de la mampostería y posterior clausura de un aula. “Si no fuera por padres que trabajan gratis, la escuela estaría destrozada. La cooperadora hace todos los arreglos urgentes”, agregó la directora.

Nelly Garnero, directora del Ipem 114 “Arturo Jauretche”, en Barrio Acosta, dijo que el Ministerio de Educación acude al llamado de los colegios, pero transcurre mucho tiempo hasta que solucionan los problemas.

Por otra parte, la falta de aulas es una queja generalizada. La legislación admite hasta 30 alumnos por curso, pero la realidad indica que hay grupos de más de 40 y los espacios no están diseñados para tal cantidad de estudiantes.

En el Ipem 114, por ejemplo, tienen hasta 47 inscriptos en cada tercer año. En el Ipem 167, en tanto, hay 12 aulas para 13 divisiones, con lo cual, siempre hay un curso “rodante”. En el Ipem 149, por la falta de aulas para talleres, no se dicta la parte práctica de electricidad.

Saque número. “Cuando el colegio hace el reclamo en Educación, se otorga un número de trámite y luego, en función de la gravedad del asunto, el Ministerio de Infraestructura decide la prioridad que se le dará”, indicaron voceros del Gobierno.