Peña del 25 de Mayo en la escuela Juana Manso

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Una escuela le sumó anoche una peña al acto tradicional
El 25 de Mayo arrancó a puro baile, empanadas y pastelitos

En la Juana Manso alumnos, padres y vecinos participaron de una velada patria adaptada a todos los gustos

En la escuela provincial Juana Manso la celebración del 25 de Mayo se adaptó a las necesidades de estos tiempos. Sin perder el espíritu de la gesta donde se inició el camino hacia la independencia, la cooperadora de la institución organizó anoche una peña popular donde se convocó a padres, alumnos y vecinos a compartir un momento con artistas, cuadros de baile, folclore, rock y donde también se hizo presente la cocina popular con empanadas, pizzas, panchos, tortas y pastelitos.

El objetivo, según los organizadores, fue "resaltar las tradiciones y promover el trabajo solidario entre alumnos y padres como forma de sentirse patriotas".

Con la intención de "acercar la familia al establecimiento" para que se haga eco de las numerosas necesidades que tiene la escuela pública, la idea prendió en los padres, que rápidamente se pusieron a trabajar para organizar la peña. Se consiguieron donaciones de bebidas y prepizzas, y como forma de devolver la ayuda, los pastelitos y las empanadas fueron adquiridos en la cooperativa de trabajo de los chicos discapacitados Hogar Protegido Niño Nazaret. Los alumnos, en tanto, se encargaron de promocionar la fiesta.

La escuela Juana Manso está en Mitre 2337 y fue una institución señera en la década del 90 con una importante matrícula. Los cambios implementados a partir del Plan Federal la llevaron a perder alumnos y hoy solamente se cursa hasta el séptimo año. Algunos chicos "ni siquiera pueden adquirir libros", explicó Sandra Viera, de la asociación cooperadora, y añadió que lo que se recaudó ayer servirá para "cubrir estas necesidades y ayudar a la escuela cuando tenga que hacer arreglos en el edificio, o cuando un chico tenga algún problema de salud dentro de la institución".

Sobre un escenario montado en el patio central, los números artísticos se fueron sucediendo entre empanadas, panchos, gaseosa y cerveza. Los alumnos que a la mañana y a la tarde habían participado del acto oficial, por la noche volvieron a bailar el minué, pero ahora frente a su familia. Un payador, el ballet de la escuela de Danzas General Las Heras y el dúo de Walter y Fernando Pérez animaron a los más grandes. Y también hubo música para los chicos con un grupo de rock del barrio.

La sorpresa de la noche estuvo dada por el homenaje que se les hizo a los ex alumnos de la escuela. Algunos cumplieron 50 años de egresados y fueron agasajados con un diploma.