Continúan las denuncias sobre la administración de los fondos en los Consejos Escolares

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Varios municipios en la mira La caja negra de la política bonaerense accede a $ 600 millones anuales destinados a las escuelas Los Consejos Escolares de la provincia de Buenos Aires reciben de la Gobernación 200 millones de dólares al año para sostener los comedores, refacciones edilicias y la designación de auxiliares. Pero en muchos casos, el dinero se desvía.

Los más perjudicados por el mal uso del dinero destinado a las escuelas bonaerenses son los alumnos.
 ?¡Un peronista no investiga a otro peronista! ¡Usted me levanta ya la auditoría!?, dicen que bramó el veterano intendente peronista de Lanús, Manuel Quindimil, cuando se enteró de que la Provincia investigaba las cuentas del Consejo Escolar.

Además de gritarle por teléfono a un funcionario provincial, el jefe comunal acudió a la ministra de Educación, Adriana Puiggrós y al gobernador Felipe Solá para que sacaran la lupa de las cuentas del Consejo.

¿Por qué estaba tan preocupado Quindimil en frenar la auditoría a un organismo que no depende ni económica ni legalmente de su municipio sino del Gobierno provincial?

El esposo de la presidenta del Consejo Escolar de San Martín persiguió con un fierro (con la firme intención de golpear) a un inspector del Ministerio de Educación poco antes de que llegara la intervención. El inspector fue hospitalizado porque tenía problemas cardíacos. Y hay una denuncia penal en la Unidad Funcional Nº 6: la causa tiene el número 537.620.

Una profesora que concurrió a un acto público para acceder a un cargo de auxiliar en Lanús fue amenazada de muerte y a una colega suya le enseñaron un revólver durante la ceremonia.

En Mar del Plata, la interventora del Consejo Escolar, Nora Estrada, también fue amenazada de muerte y uno de sus hijos fue agredido por un anónimo.

También fue amedrentada la directora de un jardín de infantes de Moreno, que denunció que a los chicos les ofrecían cucurucho picado en lugar de darles cereales a la hora de la merienda.

¿Qué esconden algunos Consejos Escolares, que los que acusan temen hablar en público y los denunciados recurren a amenazas de muerte, aprietes y otros métodos oscuros?

Esconden, sobre todo en el Conurbano bonaerense, graves nichos de corrupción que tienen por objeto financiar aparatos políticos.

Los Consejos Escolares reciben de la Provincia 600 millones de pesos al año. Mucha plata. Pero los que administran los fondos públicos son, en la mayoría de estos casos, punteros que responden al intendente de turno. Ocurre que el cargo de consejero es electivo: está al final de la boleta de votación, debajo de los candidatos a concejales.

Pese a que en la boleta el cargo figura como si fuera la letra chica de un contrato, los Consejos no tienen nada que los haga insignificantes. Para tener una idea, el Consejo Escolar de La Matanza tiene un presupuesto anual estimado en más de 40 millones de pesos. El de Quilmes, 15 millones de pesos. Y el de Lanús, cerca de 10 millones de pesos.

Con ese dinero, el Consejo Escolar debería garantizar que los chicos bonaerenses coman, que las escuelas sean reparadas y que se designe al más eficiente personal auxiliar para atender las necesidades distritales. Pero eso claramente no ocurre en varios municipios.

Inflados. En Lanús sobran los antiejemplos. Suteba, el gremio docente bonaerense, denunció ante el Gobierno que el Consejo Escolar infló el presupuesto de infraestructura en varias oportunidades. Es decir, facturó a la Provincia un gasto mayor en obras que el que hizo finalmente. Un botón de muestra: el gremio certificó que una pared que se facturó por $ 5.590 en realidad costaba la mitad. Les llamó la atención que otra pared (en la EPB Nº 31) pequeña, de 3,5 metros de alto y de ancho, costara alrededor de 5 mil pesos.

Los consejeros kirchneristas, que son oposición en Lanús, alertaron que el organismo declara que le da de comer a una cantidad de alumnos que en los hechos es menor. ? Piden plata para 300 chicos y en realidad comen 200?, graficó Alejandro Bobadilla, consejero del Frente para la Victoria. Con eso consiguen más dinero. Pero para colmo, los alumnos que comen lo hacen mal.

Directoras de establecimientos educativos de Lanús denunciaron a PERFIL que los comedores reciben en lugar de milanesas de carne una mezcla hecha a base de pasta de soja que es ?incomible?. Hubo una advertencia de la Dirección de Escuelas pero, por lo que dicen las directoras, esto sigue sucediendo.

El consejero Bobadilla estima que al mes ?el manolismo? no explica de manera fehaciente el destino de unos 150 mil pesos. De hecho, los consejeros escolares no fueron a las sesiones durante catorce meses consecutivos. Cuando fueron intimados por el Gobierno, falsificaron la firma de uno de sus colegas opositores. La denuncia se instruye en un juzgado y en estos días esperan el resultado de la prueba caligráfica.

Mientras tanto, el presidente del Consejo Escolar de Lanús, Diego Sayago, hace campaña para Quindimil: la ciudad está empapelada con pasacalles y carteles con su nombre junto al del octogenario intendente, que va por su re-re-re-re-re-reelección.

Además, pasan otras cosas muy extrañas en el Consejo de Lanús. El organismo tiene a su cargo designar a los auxiliares (porteros, cocineros y ayudantes de cocina). Para eso, inscriben a los interesados en una planilla. PERFIL descubrió que en ese distrito hay anotados chicos de 18 años, con 8 años de antigüedad y 30 puntos de antecedentes. Si fuera cierto, esos chicos empezaron a trabajar como auxiliares cuando tenían 10 años. ¿Es posible? En los listados, a los que este diario tuvo acceso, hay cientos de ?errores? como ése. {mospagebreak}

?Si vas, sos boleta?. Una profesora fue amenazada telefónicamente para que no fuera a uno de los actos públicos donde se concursan cargos auxiliares. ?Si vas sos boleta?. Ella fue. Pero sus agresores la confundieron en el lugar con otra mujer, a la que amenazaron sutilmente. En la Comisaría 2º de Lanús se radicó la denuncia a la que tuvo acceso PERFIL: el sujeto, de 1,73 metro y 23 años, se acercó hasta ella y le mostró un arma de fuego.

Todo queda en familia. Tras reiteradas denuncias de directoras de escuelas y gremios llegó la intervención a Mar del Plata. Al frente de la gestión en el Consejo Escolar habían pasado dos radicales, Marcos Tuzar y Mabel Correa.

¿Qué encontró la intervención? Que le habían otorgado, por ejemplo, una obra de 150 mil pesos a un monotributista cuya capacidad anual de facturación apenas llegaba a los 40 mil pesos.
La obra era nada menos que la restauración de la centenaria escuela marplatense Nº 1. Nunca se terminó. Los baños no se hicieron y encima se robaron unos mármoles costosísimos.

?Encontramos, además, que una pared que costaba 25 mil pesos había sido facturada en 72 mil pesos?, precisó Nora Estrada, la interventora.

Hurgando en los papeles descubrieron que en los listados del personal designado como portero, ayudante de cocina o cocinero en los 300 servicios educativos de Mar del Plata, había familias enteras. ?Inflaron puntajes, falsificaron títulos secundarios, inventaron actos públicos. Todo esto lo hizo el Consejo Escolar?, enumeró Estrada.

La investigación la sigue el fiscal de Mar del Plata, Pablo Poggeto. Según fuentes judiciales, la causa está por ir a juicio oral, porque se habrían hallado elementos de prueba suficientes.

El delegado marplatense de Suteba, Raúl Calamante, también contó que se descubrió un fraude en el que estaban implicados empresas, arquitectos de la Dirección Provincial de Infraestructura y consejeros escolares. Por caso, el arquitecto que tenía que certificar la obra en una escuela era, al mismo tiempo, representante legal de la empresa que ejecutaba la tarea.

Porque te quiero, te aporreo. En San Martín, el hecho más curioso, aunque no por ello el más grave, ocurrió hace unos meses. El esposo de la presidenta del Consejo Escolar, Ana María Kalapis, persiguió con un fierro a un inspector provincial. El hombre fue hospitalizado porque la tensión agravó su problema cardíaco y esto está siendo investigado por la Justicia de San Martín.

Pero la intervención en el distrito llegó después de que una chica fue violada dentro de una escuela (la Nº 51), que estaba en obra. Sin embargo, a partir de eso, encontraron que había habido irregularidades administrativas serias.

La presidenta del Consejo hasta entonces, Kalapis, es una militante kirchnerista que dice estar enrolada en las filas del diputado nacional Dante Dovena, hombre de confianza de Kirchner y fuerte en el distrito. Pero la relación de fuerzas en el Consejo está pareja: cuatro responden al FpV-PJ y otros cuatro a la fuerza vecinal que llevó a Ricardo Ivoskus a la intendencia.

Comete ese cucurucho. En Moreno, la directora de un jardín de infantes, Ana Bustamante, denunció que las bolsas que tenían que tener adentro cereales para los niños, en realidad estaban llenas de barquillo picado. Y encima venían en paquetes de papas fritas. Para colmo, el remito que justificaba la compra registraba ?Cereales Tres Arroyos?. La queja de Bustamante y la de otros directores se convirtieron luego en una denuncia penal ante la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 de Mercedes.

?La presidenta del Consejo Escolar renunció después de esta denuncia pero la persona comprometida en esto, Martín Bizanelli, fue ascendido a tesorero?, dijo Mariana Catáneo, titular local de Suteba.

El grueso del Consejo Escolar de Moreno, incluyendo al presidente y al actual tesorero, responden al intendente Andrés Arregui, devenido al kirchnerismo. ?Nosotros notamos que a las escuelas ?amigas? se les dan las obras y a las que no, no se les da nada?, añadió Catáneo.

¿Dónde está la obra? En Olavarría, dos periodistas del diario El Popular denunciaron graves irregularidades en materia de infraestructura en el Consejo Escolar. Eso derivó en una denuncia penal hecha por el propio Ministerio de Educación provincial.

Allí había, al parecer, obras firmadas como hechas pero sin realizar o que no se habían empezado, obras mal hechas y otras a las que el delegado provincial no certificó y, aun sin esa prueba, se les habría pagado igual a los contratistas.

La gestión que está bajo la lupa es la de Gustavo Nanni, actual subsecretario de Acción Social y considerado como uno de los hombres de confianza del intendente de Olavarría, Helios Eseverri, del Frente para la Victoria.

Eseverri, un ex radical que se pasó a las filas kirchneristas, después de la denuncia pública y penal premió a Nanni devolviéndolo al Gabinete en el cargo que ocupaba antes de ser consejero escolar. La denuncia por irregularidades se tramita en el Departamento Judicial de Azul.

La lista sigue. Además de los Consejos mencionados, también son auditados desde La Plata por la Dirección de Consejos Escolares los de Quilmes, Hurlingham y Almirante Brown.

Quilmes es un caso emblemático. La tesorera del Consejo hasta 2005, Claudia Rodríguez, una especie de ?arrepentida?, denunció malversación de fondos y una red política detrás del manejo del Consejo Escolar de Quilmes. Básicamente, según dijo, esa red respondía al intendente ?anibalista? (así se lo llama por su identificación con el ministro del Interior, Aníbal Fernández), Sergio Villordo. Hay cuatro procesados en la Justicia por diversas y enormes irregularidades.

Pero parece que en Quilmes siguen sucediendo cosas graves. En octubre del año pasado un grupo de consejeros escolares no oficialistas denunció a la única empresa registrada por el Consejo para hacer desinfecciones. ¿El motivo? Después de que hicieron la limpieza en una escuela, hubo 62 chicos internados por intoxicación, junto a siete auxiliares, cuatro docentes y la vicedirectora.

Mientras tanto, el Ministerio de Educación investiga si una empresa de camiones atmosféricos certificaba la realización de dos servicios, cuando en realidad se había hecho uno solo.

El consejero escolar Fernando Rodríguez Larsen (PJ) denunció junto a otro colega que encontraron los libros contables del Consejo Escolar de Quilmes en blanco, en el período que va del 1º de enero de 2006 a octubre del mismo año. ?Todos los fondos que se manejaron en ese tiempo no están registrados. No se sabe qué se hizo con ese dinero?, precisó.

Lo que no se dice. Malos manejos, malversación de fondos, utilización del dinero con el que tienen que comer chicos carenciados, listados de auxiliares truchos, amenazas de muerte. Hay consejeros escolares que recurren a estos métodos por cuenta propia, otros apoyados por un aparato político.

Hay muchos intereses políticos y económicos de por medio. Algunos entrevistados, en off, consideraron que en muchos casos el Consejo Escolar ?roba para la Corona?, es decir, la intendencia. Pero pocos se animan a decirlo en voz alta. Saben a qué se exponen.

Por: Marcelo Francesconi
Fuente: www.perfil.com