Saladillo: Nápoli exhortó a la participación

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Presidente de la entidad del Centro de Formación Rural 
Nápoli exhortó a la participación en Cooperadoras Escolares de Saladillo

El fenómeno queda expuesto últimamente en las dificultades que tienen esas asociaciones para conformar sus comisiones y recaudar las cuotas societarias con las que se mantienen. Por eso resurge en muchos miembros de la comunidad esta tradicional frase: "siempre son los mismos", es verdad, pero porque nadie busca comprometerse con la tarea de ocupar un lugar y trabajar por las escuelas.
El presidente de la Asociación Cooperadora del Centro de Formación Rural de Saladillo, Miguel Nápoli, señaló que "en los últimos años la participación empezó a decaer bastante, debemos hablar de un importante porcentaje, por eso casi siempre quedamos los mismos".
La relación de Nápoli con las cooperadoras, comienza en el año 1981 cuando ocupó la presidencia de la Cooperadora de la Escuela Nº5 -en la zona Rural-. "En ese momento comenzamos a trabajar con unos amigos, ni casados estábamos y mucho menos teníamos hijos", recordó Nápoli, quien al mismo momento destacó el trabajo que realizaban con sus amigos para sostener el comedor que funcionaba en la escuela. "En ese momento la familia Seoane y Sivero, nos daban el pan para el comedor -algunos de los que recuerdo- y otros la carne, etc." puntualizó Nápoli, quien después ocupó, durante nueve años, la presidencia de la Cooperadora de la Escuela Nº1.
"Así y todo, alrededor de medio centenar de cooperadoras de escuelas públicas del distrito de Saladillo enfrentando el desafío de ayudar para que decenas de chicos tengan mejores condiciones el espacio para educarse" recalcó Nápoli, quien ahora ocupa la presidencia de la Cooperadora del Centro de Formación Rural de Saladillo, dependiente de la Fundación Marzano.
Según cuentan Nápoli, ahora también las cooperadoras gestionan la inversión de fondos del Estado que se destinan al sostén de los comedores escolares y obras de mantenimiento de las escuelas. También afrontan arreglos de los edificios. "Este fue el caso de la construcción del gimnasio de la Escuela Nº1, mientras era su presidente, junto a su actual directora Gladys Dalmazzo, realizamos interminables gestiones para ver concretado ese gran sueño, esta es una tarea del Estado, pero a veces necesita un empujoncito para que las haga", puntualizó Nápoli, quien también ocupó la presidencia del Consejo de Administración de la Cooperativa Eléctrica.
En cuanto a la participación actual de los padres en las cooperadoras, Nápoli, consideró que "creo que hay un poco de desidia de los padres. Quizás también cambió la necesidad de atención del trabajo, que hoy exige más horas", opinó.
Nápoli cree que para "cooperador se nace. Esta es una vocación", que exige poner y poner. La complejidad de algunas tareas también complica la participación: "el presidente, el secretario y el tesorero tienen la firma registrada, lo que conlleva una gran responsabilidad. Las cooperadoras, en casos, manejan plata para el comedor, la copa de leche ó las obras y es una responsabilidad para los cooperadores. En muchos casos los padres se despreocupan de los chicos por la falta de trabajo y los problemas cotidianos".
Para constituir una comisión hacen falta entre 8 y 16 integrantes, pero e"ahora se está optando por formar las comisiones con el mínimo, que es de 8 integrantes, porque no hay gente, esto en algunos casos", lamentó Nápoli.
El cooperador contó que "participan más los padres de alumnos más antiguos, que quizás necesitan menos de la cooperadora. Sin embargo, a veces los padres no ven como necesaria la cooperadora, sí lo hacen cuando tienen alguna necesidad, pero la cooperadora es un ámbito para trabajar por todo el conjunto del alumnado, es el caso del gimnasio de la Escuela Nº1, lo van a utilizar todos los chicos y es un logro conjunto de muchas personas, que tienen el sueño y la vocación de trabajar por los demás".

Fuente: La Mañana on line

 

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